Prefacio

Estás en el espacio technicolor donde el tiempo transcurre de una manera poco convencional...
Antes de entrar al justo medio entre la razón y el sentimiento...no intentes comprenderlo...sólo sentirlo...aún a pesar de kantian@s, existencialistas y radicales..Encontrarás diferentes personajes que deambulan por estos espacios..

Ni todos son reales ni todos son ficticios..son simplemente acompañantes del camino..

domingo, 27 de septiembre de 2009

De los vicios y sus insólitas acciones..

Hoy desperté muy rara:
Las piernas se negaron a moverse,
los pies ignoraron las órdenes que mi supuesto cerebro enviaba
y mis manos nunca coordinaron lo suficiente como para poder ponerme en camino.
Mi cebrero no estaba en sintonía con mi cuerpo,
mi alma se encontraba vagando entre las cuatro paredes de mi habitación
y mi cuerpo hacía su voluntad..
Respondiendo a un impulso, más que a otra cosa,
tomé mi computadora y la abrí.
Traté de escribir un breve texto y ahí fue cuando todo comenzó.

Una nubosidad intermitente me rodeaba,
me inmovilizó. Era imposible mover cualquier extremidad, cerrar los ojos o emitir algún sonido.
Mi cabeza fue totalmente recorrida, se metió entre mi cabello y jugó con cada uno de los rulos que conforman mi obscura cabellera.
Como si me indicara que eso sólo era el principio, decidió explorar el interior de mis ojos,
jugando en las figuras del iris hasta llegar las partes más obscuras de ellos.
Se detuvo varios minutos en mi boca. Creo que nunca había sentido un beso tan dulce como ese primero que me dió. Los demás fueron subiendo de intensidad, hasta llegar a algunas mordidas bastante intensas. Sentía la sangre correr desde mis labios hasta la garganta, para volverme a besar de manera dulce y tierna. Yo no podía moverme, corresponderle o quitarme. Nada...Así que decidí dejar de intentar salvarme y dejarme caer en los vicios de algo que no sabía qué era.
Recorriendo palmo a palmo la clavícula, llegó a mis pechos, los cuales adornó mil y un veces con sensaciones diferentes. Se negaba a irse.
Bajó por mi cintura y decidió explorar centímetro a centímetro desde la pelvis hasta los dedos de los pies una y otra vez, provocándome explosiones insonoras de placer como ningún amante lo había logrado..hasta ese momento.
Ya estaba ahogada en el éxtasis, cuando comenzó de nuevo, desde la cabeza hasta los pies. Sólo tuve un parpadeo de lucidez..y fue para verlas. A todas ellas.
Las letras decidieron entrar en mí, poseerme, hacerme su amante. No preguntaron algo, no se presentaron, llegaron de manera violenta y me penetraron. Me avisaron que no se irían y que ahora pertenecía a ellas, dejaron de ser un cúmulo para poco a poco transformarse en aquello de lo que sigo perdidamente enamorada.
Las palabras no sólo me ultrajaron, me provocaron el Síndrome de Estocolmo y desde ese día soy sólo su cortesana.


http://www.youtube.com/watch?v=Aput54EvyBo

jueves, 20 de agosto de 2009

los centavos viejos..

Llovía mucho, casi hasta el punto de dejar de contar las gotas que caen por que eran millones. Me parecían de esas inundaciones veraniegas que "refrescan" la ciudad en los momentos menos esperados. Para ser sincero, siempre he creído que esas aguas sólo provocan una peste peor a la que ya se siente y aumentan la lentitud del tráfico. Todo provocado, en gran medida,por la pendejez compartida de choferes y peatones.

Mi destino intermedio era una estación del metro en la parte sur, muy cerca de una glorieta gótica, pero el agua había subido tanto su nivel que comenzaba a meterse al camión en el que viajaba.

No tuve ganas de mojar el pantalón de mi traje con "eso" que flotaba entre el piso del inmundo medio de transporte y mi destino intermedio, así que decidí aventurarme un poco más. Por lo menos hasta que encontrara algun espacio seco visible y cercano. Saqué mi libro, me acomodé lo más plácidamente que pude y comencé a leer la novela en turno. De pronto, comenzaron a dolerme las manos y las piernas, tenía entumidos los codos y sentí un sabor a centavo viejo.
Esa amarga sensación no sólo recorría mi boca, sino que parecía emanar de mis ojos también.


Nunca entendí qué pasó..Desperté en este pequeño cuarto, sin puertas o ventanas. No sé cuánto tiempo he estado aquí...No sé si hay luz o si está oscuro, no percibo olores y mi lengua no me da alguna sensación gustativa cuando la froto en alguna de las paredes que me rodean...Intento hablar, escucho mi voz, pero no comprendo lo que estoy diciendo..

Tengo ese insoportable sabor a centavo y un dolor de cabeza que me impide concentrarme. Comienzo a sentir agua...Me cae de todas partes, escucho el sonido de la lluvia pero no veo de dónde viene o hacia dónde va..Comienzo a sentir, puedo estirarme...Y de pronto lo comprendo todo. Yo soy "eso" que flotaba, "eso" con lo que no quise mojar mi pantalón...De nuevo ya no siento nada...Sólo formo parte de la peste citadina..

domingo, 5 de julio de 2009

I´m on my way...

Un boleto a Costa Rica, una mochila pequeña, cámara de fotos, ipod y la necesidad de explorar las entrañas de la tierra la acompañaron al aeropuerto.
Antes de irse de viaje, los caminos la llevaron hacia un chamán. Más por curiosidad y por acompañar a sus amigas que por otra cosa se vió sentada en la sala de un mini departamento. Un hombre de pequeña estatura, con unos ojos negros muy grandes la miraba fijamente.
- ¿Tienes miedo?
- Un poco
- ¿Quieres pasar?
- Bueno, mejor de una vez..
- Muchacha, tú no tienes espíritus malos que te bloqueen las puertas. Lo que tienes encima es una cantidad de mierda impresionante. Corta de una vez por todas las chaquetas mentales que te encanta hacer, déjate de rencores pendejos y sé libre. Cuando dejes de regodearte en tu propia mierda, y sólo entonces, te darás cuenta que no necesitas nada de lo que traes cargando y llegará eso que tanto quieres.

Cuando decidió explorar esos hoyos en la tierra, que resultaban una ventana abierta hacia las entrañas de lo poco que entendía sobre la vida y el volar, encontró que cada vez sabe menos sobre ella misma. Algo en ellos le resultaba francamente irrestible. Para el momento en que tomó el avión hacia Costa Rica recordó su trayectoria husmeando en las entrañas de la tierra: cenotes y volcanes inactivos representaban un espejo hacia algo que, definitivamente, no había tomado en cuenta para complementar ese viaje introspectivo.

Un playlist nuevo, click en shuffle, la cámara de fotos, botellas con agua y sus amores inconclusos. No necesitaba nada más para comenzar el camino hacia el Poás, a unas horas de San José. Los Babasónicos musicalizaban la primera parte del viaje.
"Qué casualidad fue encontrarte justo acá...yo tan puesto, vos tan apuesta. Qué sofisticado fue invitarte a coquetear..."

Parecía que el volcán susurraba en lo más profundo de su ser un cántico de sirenas para que se fuera acercando poco a poco hasta las fumarolas. Poco importaban el calor tropical y el pesado olor a azufre que rodeaban sus poros y entraban rápidamente al torrente sanguíneo.
El trayecto fue largo y sinuoso, lleno de curvas que le recordaban lo rápido que ha pasado el tiempo y las náuseas que ha sentido durante mucho tiempo. Cuando bajó del coche y comenzó a caminar entre la selva, se dió cuenta que tenía mucho peso a cuestas.

Le faltaba el aire y no dejaba de sudar. Apenas había caminado un tramo muy corto cuando sintió que tenía que dejar en el camino algunas de las cosas. Estaba aferrada a todo y la decisión fué dificil. No sabía qué era lo primero que tenía que dejar, todo resultaba necesario para su paz mental, según ella.

Las primeras horas de la mañana son las mejores para hacer fotos, pues el clima es benévolo y la luz regala momentos de oro. Si ella quería estar en el cráter a tiempo para poder tomarlo sin neblina tenía que decidir pronto. Así que recurrió al mágico shuffle para una guía.."El amor no me deja pensar..esta música rompe mis pies" parecía profético. Los Cadillacs dieron la pauta. ¿Para qué cargar amores inconclusos? Ellos ya no están presentes, sólo son maletas pasadas.
Siguió "one love, one life, one love.." así que fue dejando uno a uno los nombres de aquellos que siempre la acompañan, siempre deja y siempre regresan a su mente. Sumamente doloroso. Esas costras sangran mucho cuando las arrancan..

Así que escuchó al "Chamán Gaona" en su mente: "corta la mierda y déjate de rencores pendejos.." Con un beso largo fue despidiéndose de ellos, de todos menos uno..Ese que constantemente regresa, ese que es el que menos le conviene, ese que habla de "no hidden catch, no strings attached" que canta Depeche Mode de una manera tan prometedora como seductora, como el que ella siempre quiso y que ahora no sabe cómo dejarlo (pensó que no era tan libre como creía..al final ha sido el que más compromiso le ha exigido..vaya libertad..)


Ahí se quedaron los amores viejos, unas cuántas lágrimas y la promesa de dejarlos ir de una vez por todas. Con el miedo del mito de la mujer de Lot, apresuró el paso, pues definitivamente no quería convertirse en estatua de sal..Tomó impulso y se dijo en voz alta "ya no debes mirar tanto hacia atrás, pues eso será lo único que verás..."

Siguió su camino, pues la neblina le seguía los pasos de manera sigilosa y aún faltaban 45 minutos de camino para llegar al destino elegido: las entrañas de la tierra.
"Free falling" la acompañó. Ya casi no pesaban las botellas con agua y la cámara de fotos vibraba como si tuviera vida propia, "And I´m free, free fallin´"...

El olor a azufre resultaba casi insoportable, el calor era cada vez más fuerte. Las ganas de seguir adelante combatían las náuseas causadas por la pérdida de peso en varios puntos del camino..El cuerpo aún no se acostumbraba a su nueva ligereza.
-"Corta la mierda...córtala ya..."
Y de pronto...ahí estaba...


Ya no importaba nada más...

Ella aún no sabe resolver lo que le queda pendiente. No sabe qué hacer con ese amor, no sabe qué le depara el futuro. Cree en los augurios de su mano derecha, pero sabe muy bien lo que tiene en la mano izquierda..sólo está tratando de quitarse la mugre acumulada, sacudiéndose la pesadez de las alitas..

Después de estar tan cerca del corazón latente, vivo, caliente, azufroso y activo de la tierra, descubrió que así es el propio..el ajeno, el prestado.

La niebla fue benevolente y ya no importaba nada más....

jueves, 11 de junio de 2009

rapidito rapidito, que se nos pasa el tiempo..

-Je t´aime d´5 a 7..
-Solamente?
-Sí, pero varios días a la semana.
-Sólo escuché el je t´aime..y que es toda la semana..
-Je t´aime...moi non plus...

lunes, 20 de abril de 2009

las tormentas eléctricas de primavera

Hoy por fin me decidí,
lo pensé demasiado y decidí decírtelo.
Es una pena que haya sido en una caja..
No tuve más tiempo para despedirme,
para arreglar viejos rencores,
para liberarme y liberarte.

Justo cuando pensé que todo estaba en paz
y que el tiempo haría las paces entre nosotros
recibí ese mensaje que me avisaba de tu muerte.
Una serie de decisiones desafortunadas marcaron
ese destino al que te enfrentaste solo..
Y me llevaste entre tus palmas.

Al final no moriste solo,
yo también morí contigo.
Por lo menos una parte..
Esa que a veces me hacía pensar en tí
y en los que te siguieron...y en los que vienen.

Ya nada es igual después de tí..
Yo sigo respirando..
Nunca me esperé que salieras a buscarme,
aún después de muerto.
No sabía cómo pedirte perdón,
ni a tí, a los que siguieron..y a los que vienen..

Pero hoy,
sé que vale más decir un "te amo" a tiempo,
que un "descansa en paz" después.

Gracias a tu partida
empezó la tan postergada limpieza de primavera.
Saqué a todos del cajón,
a los que quise poco,
a los que amé universalmente..
A los que ya se fueron,
y al que, hasta hoy,
llenaba
mis horas con pláticas eternas
y besos dulces con estrellas moradas.

Hace apenas unas horas que le dije: "estoy enamorada de tí",
para después aceptar que me da miedo lo que siga...
Sabiendo que él no es para mí
y que no tenemos un futuro juntos.
Aún así le amo como a ninguno..
como a todos...
Pero me he despedido ya de él.

Te recordé tanto y casi escuché tu voz
llamándome "mi mañana".
Sigo sin seguir las señales,
y persiguiendo las historias de los amores equívocos
sólo hasta hoy...

Ahora que me he despedido
de todos mis amores
y estoy lista para seguir el camino
que indique la rosa de los vientos,
decidí buscarlo.

Quise terminar con un amor
que llena mis sentidos,
que me vuelve loca,
despierta mis instintos..
Y no me deja pensar.
Hoy le ví con los ojos llenos de un amor interminable
y le confesé mi sentir atemporal pero finito.


Desde la cima de la duna,
que encontré en mi camino,
mientras pensaba cómo despedirme de él,
me llenaste la cabeza de oxígeno
y el corazón de amor.

La intensa lluvia con tormenta eléctrica que inunda mis ojos, más negros que ayer, me provoca tarearear una vieja canción de Edith Piaf (Edith Piaf - Non, je ne regrette rien -1961.)
que relata perfecto mi sentir:
"No me arrepiento de nada, de lo bueno que me hicieron,
de lo malo.."
Todo ha sido un regalo y nada más. A todos los he amado..y hoy, de todos me despido, en voz de la Piaf.

http://www.youtube.com/watch?v=kFRuLFR91e4

viernes, 6 de marzo de 2009

¿Por qué haces fotos?

Por la misma razón que cazo estrellas,
que garabateo textos en las servilletas,
que busco sueños ajenos en los letreros de los baños públicos,
para eso imagino fotos.

Quiero descubrirte. Quiero acecharte.
Quiero quererte. Ya no quiero desearte.
Quiero olvidar que te olvidé y así ya no recordarte.
Aunque podría pecar de omnipresente, no importa.
Para eso sueño fotos.

Juego con el itunes para descubrirte en canciones,
con los libros, para leerte en breves párrafos,
selecciono escenas de películas en blanco y negro,
y te busco entre los extras...
Para eso aprendo foto.

Al final del carrete,
descubro que hago fotos para olvidarte.
Te busco en todas partes,
para sentirme segura.

Ya he olvidado el timbre de tu voz,
lo verde de tus ojos,
lo cálido de tus abrazos
y qué se siente amarte.

Ya he olvidado tu rostro,
Mi sangre no recuerda qué es tenerte dentro,
mi cuerpo responde a otras cámaras,
mis ojos olvidaron dónde estás.


Te descubrí impreso en un papel mal revelado.
El tiempo lo volvió amarillo
y la imagen de los dos juntos hace muchas fotos que desapareció.

Por eso hago fotos,
para no extrañarte,
para no quererte,
para no olvidarte.

Hago fotos para encontrarme,
pues una parte de mí
tampoco se reveló bien..
y lo descubrí sólo cuando te marchaste...
para nunca más volver.

miércoles, 28 de enero de 2009

La Casa de Mauricio

Todo comenzó con un lienzo en blanco, como casi todas las historias..

"Era la época en que no había clases medias, o pertenecías a la realeza y no trabajabas o cubrías totalmente tu cabello y limpiabas desde el amanecer hasta que el último integrante de la familia decidía que era tiempo para dormir.
Yo la conocí mientras limpiábamos juntas la casa de unos holandeses acomodados que sucumbían a las peticiones de un mecenas perverso y hedonista. Ella era tímida, casi nunca hablaba y sus grandes ojos color azul caribeño transmitían más miedo que encanto.
Quizás por eso todos los hombres que vivían en La Haya volteaban a verla, creo que era el síndrome de "plebeya en desgracia" y la querían salvar de su propio destino.
Mientras yo pelaba patatas todo el día y fregaba los trastos de los hijos malcriados de los patrones, ella desaparecía horas en el ático. Decía que estaba limpiando el estudio, ese rincón donde nuestro patrón dedicaba días y noches enteras a hacer unos garabatos que al principio no tenían forma y al cual teníamos prohibida la entrada.
Nunca comprobé si realmente tuvo amoríos con el mecenas y el patrón, pero los chismes eran la manera cotidiana de destruir su reputación..ella, la que nunca hablaba y no se defendía..sólo su mirada se volvía cada vez más transparente..como si al verte pudiera traspasar tu espíritu y dejarte en blanco..
Yo le tenía un poco de envidia, pues era el centro de atención. Los carniceros, panaderos y hasta de aquellos que vendían pescado anhelaban tan sólo una mirada suya. Traté mucho tiempo de hacerme su amiga, pero ella tenía demasiados secretos y pocas ganas de contarlos, así que decidí observarla a la distancia, mientras la patrona montaba en cólera por ver las atenciones que tenían con ella los miembros de la familia. Yo ayudé a que ella se fuera de la casa, escondiendo los aretes de la patrona entre los ropajes limpios junto a la cama que estaba cercana a la mía y no la miré cuando salió por la puerta.
Poco tiempo después enfermé de peste, cerré mis ojos y no supe nada más de ella, nunca pude pedirle perdón y muero sabiendo que ella sólo prestó su rostro para que el maestro se inspirara. Fue la perdición de nuestra casa y de todos aquellos que la conocimos. Su tristeza invadió nuestro espacio y nuestra soberbia nos mató."

Encontré este texto entre las piedras de un muro muy cerca de "La Casa de Mauricio", en mi primer viaje a la Haya. No hablo holandés, así que esto que he transcrito fue parte de la traducción de mi acompañante y de lo que los recuerdos me permiten compartir. Decidí entrar a la Galería Real de pinturas con los pocos euros que me quedaban, pues estaba a punto de regresar a la estación del tren para dirigirme a Amsterdam.
Busqué entre los cuadros de la colección real alguno que tuviera el retrato de una joven sirvienta, algo que me indicara a qué obra se refería el texto que hacía pocos minutos había leído. Era una joya lo que tenía entre mis dedos, pues sé que en esa época (casi como ahora) las personas que se dedican al trabajo doméstico no sabían leer o escribir. Pienso que fue la desesperación de encontrar el perdón la que motivó a la que suscribe la nota a escribir con su último aliento una manera de pedir perdón a algo que ya no podía solucionarse.
Ya estaba cansada de recorrer la Galería Real, estaba a punto de salirme cuando de pronto encontré un cómodo sofá blanco, estaba solo. Decidí sentarme un rato en lo que recobraba el aliento para tomar el tren a mi siguiente destino, cuando mi mirada se sintió atraída hacia la pared que estaba de mi lado derecho.
No hubo más que un enamoramiento profundo y sincero hacia ese cuadro. Me sentí intimidada con una mirada prístina que intentaba conocer mis pensamientos, pero no revelaba nada sobre los suyos. Esos ojos azules que parecían de conejito asustado y aún así traspasaban mi ser, tal como lo había descrito la nota, me llenaron de angustia y adrenalina. Ya no me importó la técnica barroca, o la mezcla de lapizlázuli con tierra y bloquelado. Sentí que sólo estábamos en la sala ella y yo. Casi la escuché pedirme ayuda, pues sabía que haber posado para el pintor la condenaría por siempre. Conocí el sentimiento de envidia que debieron haber tenido aquellos que la rodearon, pues con esa mirada me di cuenta que no había nada más importante en ese momento.
No podía dejar de observarle e intentar sentirla mientras posaba. No obtuve nada. Sólo la sensación de haber sido analizada minuciosamente, creo que hasta el fondo de mi alma. Como nadie, una imagen estática, llegó al principio de mis pensamientos, pero paradójicamente fue demasiado dinámica, pues no le he podido olvidar desde entonces...


Será que las obras artísticas (foto, arias, pinturas, esculturas, grafittis...) se van llenando poco a poco de los sueños y secretos de la gente que los observa y le transmiten al siguiente observador un ápice de vidas ajenas, para que él o ella descubran en su siguiente destino lo que se les tiene preparado?

La joven del arete de perla
Johannes Vermeer 1665
Galería Real Mauritshuis
La Haya, Holanda.

lunes, 5 de enero de 2009

El mito del Pirata y su indómito dueño

Para tí, que me ayudaste a encontrar mis cielos perfectos para poder tomarles fotos..


-"Me gustan las fotos de los cielos". Ese era el pretexto favorito de Vic para salir de la ciudad cada fin de semana. Cuando se le escuchaba decir su frase célebre, se sabía que se desaparecería unos cuantos días de la faz mundana y se iría con Pirata lejos de la ciudad.

El proceso era más o menos rutinario: el día antes a su partida tenía una sonrisa inmensa y sólo aumentaba mientras preparaba las cosas para su viaje: Sólo un par de pantalones, los tenis de batalla, tres playeras, una chamarra abrigadora y muchos libros. ¿Lo demás? Eran croquetas, juguetes, la correa y el tapete de Pirata.

Vic jamás salía sin su eterno acompañante y guardián, un hermoso labrador negro cuyo pelaje brillaba con la luna y su dulce mirada parecía la de un anciano y sabio gurú.

Un poco de música, algo de dinero, la cámara de fotos y el tanque de gasolina lleno...no necesitaba más.

Eligió un fin de semana al azar y decidió ponerse en camino hacia la ruta de "los pueblos mágicos". Tenía ganas de pasar cerca del volcán y explorar la zona. Alguien le había dicho que las piedras volcánicas ayudaban a curar el alma y él quería saldar algunas cuentas pendientes con la suya.





Llegando al primer retorno hacia su primer destino se bajó, estiró las piernas un rato y dejó que Pirata corriera tan lejos como él quisiera.."Me gustan las fotos de cielos", musitó con los dientes cerrados mientras los recuerdos comenzaron a embargarlo. De pronto sólo pudo pensar en ella, sí, en la única que le había podido romper el corazón...

Se limpió las lágrimas y comenzó a cantar con todas sus fuerzas: Sabina, Búmburi, Los Tres y Calamaro fueron los que le prestaron sus letras para desahogarse...hasta quedarse sin voz.

El día parecía perfecto para viajar en busca de respuestas. Ya había tenido esa conversación con la filósofa que a veces le quitaba el sueño y no llegaron a nada. Ella estaba empeñada explicarle en que las respuestas no se encontraban viajando y que el alma no se busca, sino que se cultiva, mientras que él sólo pensaba en las fotos que tomaría mientras duraba la búsqueda y en que quería alejarse de todo.

Así que se subió de nuevo al coche y comenzó a manejar. Pensó en que sus ganas de sentirse miserable se habían quedado en un salón de fiestas de segunda, cuando la encontró bailando en una apoteósica escena griega: no había más que oficinistas lujuriosos, gordos y sudorosos, con muchas botellas de vino alrededor y unas cuantas "musas" entre velos y vapores.

Mientras se aproximaba al nuevo destino, se dio cuenta que conforme habían pasado los monótonos y rutinarios años se perdía lo verde de sus ojos, los lunares de sus hombros ya no eran los mismos y hasta la risa estridente que lo caracterizaba se volvió una triste y falsa sonrisa chueca.

Sólo volvía a brillar intensamente cuando veía los cielos azulosos, sepias, llenos de estrellas, con pájaros, con nubes, enmarcados por montes, mares, soles y lunas. Pero eso ya no pasaba desde hacía mucho tiempo, se sentía vacío, solo y con la tristeza a cuestas.

Quizás fue por eso que decidió irse lejos..

Sin darse mucha cuenta de hacia dónde se dirigía, se encontró con la madrugada en la carretera. Los primeros rayos de sol lo acompañaron hasta el pueblo de las cascadas y se estacionó para comer algo. El paisaje era perfecto para un breve descanso, así que bajó del coche con todo y Pirata, la cámara de fotos y emprendieron el camino sin mirar atrás, temiendo la maldición de la mujer de Lot.

Dicen algunos lugareños que nunca habían visto correr a alguien tan rápido como a él. Otros comentaron que su sonrisa estaba llena de esperanza y unos más se alejaron de ahí al ver que se le caían pedazos de piel a cada paso que daba.

Cuentan que vieron alejarse a un esqueleto viviente en compañía de un perro que no dejaba de ladrar. Casi al ocaso, justo cuando el sol se puso rojo y el cielo negro, se hicieron uno. Tomaron una forma nueva casi irreconocible, que terminó siendo la de un rinoceronte que se alejaba rápidamente del entorno, hacia la laguna que se formaba en la caída de las cascadas.

Nadie más los ha vuelto a ver desde entonces. ..Sólo es un hecho que desde hace unos meses un rinoceronte habita la región mágica de las cascadas poblanas. No se sabe cómo llegó, ni cómo sobrevive ahí..


Hasta la fecha no han encontrado los restos de Vic o del Pirata, pero si se escucha con atención, sólo algunas temporadas del año justo antes de que el sol se oculte, sentirán un cálido murmullo que mientras los abraza, musita "me gustan las fotos de los cielos..." y se aleja corriendo.