Prefacio

Estás en el espacio technicolor donde el tiempo transcurre de una manera poco convencional...
Antes de entrar al justo medio entre la razón y el sentimiento...no intentes comprenderlo...sólo sentirlo...aún a pesar de kantian@s, existencialistas y radicales..Encontrarás diferentes personajes que deambulan por estos espacios..

Ni todos son reales ni todos son ficticios..son simplemente acompañantes del camino..

domingo, 27 de septiembre de 2009

De los vicios y sus insólitas acciones..

Hoy desperté muy rara:
Las piernas se negaron a moverse,
los pies ignoraron las órdenes que mi supuesto cerebro enviaba
y mis manos nunca coordinaron lo suficiente como para poder ponerme en camino.
Mi cebrero no estaba en sintonía con mi cuerpo,
mi alma se encontraba vagando entre las cuatro paredes de mi habitación
y mi cuerpo hacía su voluntad..
Respondiendo a un impulso, más que a otra cosa,
tomé mi computadora y la abrí.
Traté de escribir un breve texto y ahí fue cuando todo comenzó.

Una nubosidad intermitente me rodeaba,
me inmovilizó. Era imposible mover cualquier extremidad, cerrar los ojos o emitir algún sonido.
Mi cabeza fue totalmente recorrida, se metió entre mi cabello y jugó con cada uno de los rulos que conforman mi obscura cabellera.
Como si me indicara que eso sólo era el principio, decidió explorar el interior de mis ojos,
jugando en las figuras del iris hasta llegar las partes más obscuras de ellos.
Se detuvo varios minutos en mi boca. Creo que nunca había sentido un beso tan dulce como ese primero que me dió. Los demás fueron subiendo de intensidad, hasta llegar a algunas mordidas bastante intensas. Sentía la sangre correr desde mis labios hasta la garganta, para volverme a besar de manera dulce y tierna. Yo no podía moverme, corresponderle o quitarme. Nada...Así que decidí dejar de intentar salvarme y dejarme caer en los vicios de algo que no sabía qué era.
Recorriendo palmo a palmo la clavícula, llegó a mis pechos, los cuales adornó mil y un veces con sensaciones diferentes. Se negaba a irse.
Bajó por mi cintura y decidió explorar centímetro a centímetro desde la pelvis hasta los dedos de los pies una y otra vez, provocándome explosiones insonoras de placer como ningún amante lo había logrado..hasta ese momento.
Ya estaba ahogada en el éxtasis, cuando comenzó de nuevo, desde la cabeza hasta los pies. Sólo tuve un parpadeo de lucidez..y fue para verlas. A todas ellas.
Las letras decidieron entrar en mí, poseerme, hacerme su amante. No preguntaron algo, no se presentaron, llegaron de manera violenta y me penetraron. Me avisaron que no se irían y que ahora pertenecía a ellas, dejaron de ser un cúmulo para poco a poco transformarse en aquello de lo que sigo perdidamente enamorada.
Las palabras no sólo me ultrajaron, me provocaron el Síndrome de Estocolmo y desde ese día soy sólo su cortesana.


http://www.youtube.com/watch?v=Aput54EvyBo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Zorrita, a mi me pasa algo similar!!! Hacía mucho que no te visitaba, espero pronto mirarte y gustar contigo! Un beso!