Prefacio

Estás en el espacio technicolor donde el tiempo transcurre de una manera poco convencional...
Antes de entrar al justo medio entre la razón y el sentimiento...no intentes comprenderlo...sólo sentirlo...aún a pesar de kantian@s, existencialistas y radicales..Encontrarás diferentes personajes que deambulan por estos espacios..

Ni todos son reales ni todos son ficticios..son simplemente acompañantes del camino..

martes, 18 de noviembre de 2008

La mujer ceniza...

Desperté con un sabor amargo, como de centavo viejo. Fue casi como si pudiera sentirlo antes de que pasara.. El cuerpo me pesaba, La cabeza me dolía tan sólo de pensarla..o de pensarte (aún no decido esa parte).
Estaba tan de malas que no soportaba la luz del sol, el aire helado que anunciaba tu ausencia...
Todos mis sentidos me lo gritaban mientras yo decidía ignorarlos: "Seguro es un mal día, es la pendejez lo que me fastidia. Necesito un trabajo nuevo. Es un mal amante y pasajero..." Pero todo era mentira, nuestra última conversación sonaba interminablemente en mi cabeza: "Déjalos a todos, yo te quiero como a ninguna. Hagamos una vida juntos...Mira que si tú quisieras serías el amor de mi vida..."
Una y otra vez te escuchaba decirlo..hasta el hastío. Lo único cierto es que camino a tu casa, me avisaron: "Mejor ni vengas. Él ya no va a llegar...Tuvo llamado en la fuente de petróleos, ya sabes, era el primer comercial que dirigía. Dijo que quería hacerlo al atardecer, a las 7:00 p.m para ser más precisos.."
Ya ni llorarle a tus restos..ni pensar en ser la mujer de tu vida, en dejar a todos mis amantes..y mucho menos en hacer una vida juntos. ¿Y ahora?
Ni modo de recorrer Montes Urales completito para ver dónde te rezo..
Vaya..la combustión espontánea y tú fueron uno mismo en cuestión de segundos.
¿Y yo? Ahora tengo todas estas cenizas, un abrigo verde y un recurrente aire helado que recorre mi espalda. Una caja inútil con algo que no pertenece a tu escencia y muchas ganas de gritar.

3 comentarios:

Daniel G.G. dijo...

Cuidado con los aviones!

Esponjita dijo...

Hay un cuento del tal Chimal donde dice que cuando nos llega la melancolía, es que en realidad hemos respirado las cenizas de un niño no muerto.
El cuento va así.
el niño murió. la madre hindú le rezó no sé a qué dios para que le devolviera la vida. El diosesillo travieso lo hizo, pero no revivió al cuerpo.
La madre, al ver sufrir tanto al niño trató de matarlo de nuevo, pero no lo logró: el alma viva sufría dentro de un cuerpo putrefacto. Al final lo quemó, creyendo destruirlo para siempre.
Pero el niño sigue, en sus cenizas, vivo, y cuando nos sentimos tristes sin motivo, quizás sea que lo hemos respirado.


En fin.
He de pedir disculpas. Yo decía "bueno, ¿y esta mujer por qué no escribe"... y nada, es que on la había agregado a mi bló-rol... soy una sope.
Pero ya la actualicé

nos seguimos leyendo:
la esponjis

Rodolfo de Habsburgo dijo...

Me dejó en franco shock tu entrada... que fuerte. No sé tu historia, pero de verdad siento tu pérdida.

Un saludo.