Se diferenciaban de los y las trovadores por sus orígenes más humildes, por tener como fin entretener y no ser autores de sus versos, porque generalmente eran copias de versos de trovadores arreglados por ellos mismos, aunque sí existían quienes componían sus propias obras.
La maravilla de ser una juglar es contar lo que se me dé la gana, en tiempo y espacio recurrente o aislado. Escuchar historias y adaptarlas, inventármelas o narrar las propias..
Seres ficcionales son los únicos que viven en este espacio...a veces son reales..otras no..
Gracias por las asquerosidades y los comentarios..siempre hay espacio para más..
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