Prefacio

Estás en el espacio technicolor donde el tiempo transcurre de una manera poco convencional...
Antes de entrar al justo medio entre la razón y el sentimiento...no intentes comprenderlo...sólo sentirlo...aún a pesar de kantian@s, existencialistas y radicales..Encontrarás diferentes personajes que deambulan por estos espacios..

Ni todos son reales ni todos son ficticios..son simplemente acompañantes del camino..

lunes, 15 de marzo de 2010

Sugar Rush

domingo 28 de febrero de 2010

Sugar Rush*



sr_pera: Er..Yo te confirmo cuándo nos vemos. Yo te llamo después.
evelyn: Quisiera pasar contigo el fin de semana. Ya tengo los boletos. Yo pago todo.
sr_pera: Tus posts me causan “sugar rush”.
evelyn: Te mando tantos besos como quepan en 140 caracteres.

Comenzar cualquier historia de amor siempre implica un final. Los “tuits” que terminaron con un romance privado en el TimeLine público de estos dos personajes son los que encabezan la narración.

El romance entre @evelyn y @sr_pera duró exactamente 935 DM´s y 1500 posts. Comenzó a finales de octubre, cuando ella se descubrió una noche completamente aburrida y absorta, buscando desde su iphone “tuiteros cercanos”. De pronto, lo descubrió en el TimeLine público, a través de uno de esos clientes de Twitter que prometen evidenciar a las personas con cuenta que están más cercanas, así sea que estén a 20 km de distancia. Le encantó el nick de @sr_pera y que fuera un actuario confeso y de profesión, pero con el alma melómana.

Ella le mandó el primer tuit, el que inició la “relación”: “Hola @sr_pera! Me encanta tu nick. Quieres charlar?”. Tuvo que esperar casi dos días a que le respondiera con un seco: “@evelyn Hola. Quién eres?”

Después de eso, la comunicación fue casi instantánea. Ninguno de los dos tenía candado en su cuenta, lo que hizo más fácil la lectura de ambos TimeLines y la integración casi instantánea a la cotidianeidad de ambos. @sr_pera posteaba todo el tiempo sobre conciertos a los que iba (resultó que reseñaba para una de esas revistas de modita, que también tenía su cuenta de Twitter particular) y se sentía plenamente identificado con Leonard, de The Big Bang Theory. Siempre buscaba a esa Penny que le llenara el espacio.

Por su parte, @evelyn tuiteaba sobre los acontecimientos cercanos. Ella paseaba perros y quería estudiar una maestría en Historia del Arte. Llegó al Twitter por mera coincidencia y tenía de su corazón colgaba un letrero que decía “Cerrado por demolición”.

Al principio los posts eran esporádicos. Un comentario del @sr_pera a @evelyn. Un RT de @evelyn al @sr_pera. Así pasó una semana. Nada trascendente, nada especial. Nada. Pero así, sin más, de pronto empezaron los tuits a cada hora. Primero muy normales y después ya era un romance público. Se mandaban besos y cursilerías. Se añadieron al Messenger y al Facebook.

Vieron fotos uno del otro y pasaban horas platicando en línea. Pero para ella no era suficiente.

Mientras fueron pasando los días, @evelyn decidió que podría intentar conocer más al @sr_pera. Lo que posteaba le parecía muy interesante y tenía ese toque de “intelectualidad” que a ella le excitaba. Decidió soltar la carnada y postear un: “@evelyn: Esta noche estaré sola. Tengo lencería nueva. Interesados sólo por DM”.

Las respuestas no se hicieron esperar. Más de 15 DM´s pidiéndole dirección y teléfono. Pero el del @sr_pera nunca llegó. Ella comenzó a sentirse ignorada. Decidió postear otro: “@evelyn: Al primero que me diga cuál es la canción más adecuada para un lap dance le mando fotos modelando la lencería nueva”.

Buscó minuciosamente en el TimeLine de @sr_pera algún post que tuviera su celular. Salió de su casa. Caminó media cuadra. Compró una tarjeta ladatel. Marcó el teléfono encontrado: 55 57 89 14 56. Sonó una, dos, tres, cuatro, cinco veces..Y colgó.

No se atrevía. Ya tenía el plan perfecto. Se verían en un lugar ajeno para los dos y tendría el fin de semana que tanto había soñado. Cotizó con @MexicanaGo un VTP para Los Cabos. Le sudaban las manos y apenas recordaba cómo respirar. Lo intentó de nuevo: 55 57 89 14 56. Lo dejó sonar largo rato y nadie contestó.

Volvió con lágrimas en los ojos a su escondite. Apenas abrió la puerta y el temblor en las manos se hizo evidente. Sentía cómo corría el agua desde sus cuencas oculares hasta su pierna derecha. No podía controlarse. No podía dejar de llorar. No podía dejar de pensar en todos los mensajes de su TimeLine que le gritaban: “@sr_pera es el hombre de tu vida”. No entendía qué pasaba.

Llorando como magdalena, entró al perfil del @sr_pera y leyó todos y cada uno de los posts. Ninguno estaba dirigido para ella. Él estaba muy contento tuiteando con sus amigos sobre fragmentos de The Big Bang Theory y sobre la película 500 días de verano. Para él, el soundtrack de esa película era lo mejor. Se enteró que el @sr_pera le escribió a una tal @pennyveraniega diciéndole: “Hagamos público nuestro affaire. Te recojo en el metro zapata a las 5pm”.

Sintió como las fuerzas la abandonaban. Ya no le importó nada. Marcó desde su iphone el número que se había aprendido de memoria: 55 57 89 14 56. Una, dos, tres…y de pronto “Hola? Habla Rubén. Quién habla?”.

– “Bu..bu..buenoo. Hola, soy Evelyn. ¿Cómo estás Rubén?”

– “Hola..¿Eres la Evelyn del Twitter? Ah! Hola. ¿Cómo estás?”


– “Muy bien. Gracias”. ¿Qué onda? ¿Nos vemos? Tengo ganas de conocerte y quiero platicarte un plan”.

– “Er…mira, tengo plan para ahorita pero te marco luego. Te parece?”


Ella comenzó a llorar, de nuevo, y trató de disimularlo. Balbuceó algo como que se le estaba acabando la pila y que mejor siguieran la conversación en Messenger pero él ya no se conectó. Ella ya se había encargado de postear en Facebook que se iba a la playa con su nuevo novio y había recibido ocho comentarios a su cambio de status “En una relación”.


Inmediatamente buscó algo en el TimeLine del @sr_pera que le diera alguna clave nueva. Le lleno de posts nuevos con miles de besos, abrazos y todo lo necesario para que él supiera que ella pensaba en él. Sobre todo mientras tenía su cita con esa estúpida @pennyveraniega. ¿Quién sería?

La cuenta de ella tenía candado, así que no pudo leer nada. Sólo lo que @sr_pera le escribía. Creyó que iba a morir por la falta de noticias y decidió mandarle unos 100 posts más. Hasta que le salió el temible anuncio “Te excediste en el número de tuits por hora”. Aprovechó para comprar los boletos para la playa y los últimos posts que le escribió fueron dos, uno de ellos en el que lo invitaba a pasar el fin de semana con ella.

La respuesta del @sr_pera no fue a través de un tuit. Él la bloqueó y borró de todas partes. Ella se quedó con muchas preguntas, con un par de boletos de avión y con el sugar rush de un TimeLine público que se fue llenando de posts privados…


*Cuento semifinalista en #twitterasdesesperadas

http://twitterasdesesperadas.blogspot.com/